El tiempo que pasamos dormidos es tal vez uno de los temas más importantes a cuidar cuando de salud se trata, pasamos una tercera parte de nuestra vida en este estado. Es en esta etapa en donde nuestro cuerpo se regenera y recupera. Lo ideal para una persona adulta promedio es dormir entre 7 y 9 horas.
El sueño se divide en ciclos de aproximadamente 90 minutos, cada ciclo tiene 4 fases, mientras dormimos vamos transitando por las mismas. Lo mejor es pasar por 5 a 6 ciclos de sueño cada noche.
Sueño ligero. En esta etapa pasamos de estar despiertos a dormidos.
Es la etapa de mayor duración, comenzamos a descansar y guardar energía.
Sueño profundo. Es en esta etapa donde nuestro cuerpo y mente se recuperan. Es difícil despertar a una persona en esta fase.
Sueño REM. Es cuando soñamos. Esta etapa es también muy importante para sentirnos totalmente descansados y recuperados al día siguiente.
Diversos factores del día a día afectan nuestra calidad de sueño: estrés, mala alimentación, dispositivos móviles, ruido, luz en la habitación, etc.
Existen varios tips para obtener una mejor calidad de sueño:
Cenar ligeramente 2 horas antes de dormir.
Incluir alimentos ricos en magnesio y triptófano en la cena.
No mirar pantallas 1 hora antes de dormir.
Utilizar lentes que bloqueen la luz azul.
Tratar de mantener el cuarto lo mas oscuro posible.
Mantener el cuarto fresco, si hace calor es más difícil dormir.
Evitar al máximo cualquier ruido.
Tener una rutina de sueño, acostarnos y levantarnos siempre a la misma hora.
Consumir suplementos con ingredientes relajantes naturales.
Un buen día lleno de energía y salud comienza desde la noche anterior, cuando nos acostamos. Mantener buenos hábitos de sueño es la mejor manera de sentirnos bien siempre y mantener nuestro sistema inmunológico fuerte.
